Fotos: Pikopress.
01-12-2009 / La actriz viajó a Israel para una campaña de mallas y luego voló a Roma para tomarse un break antes de su boda, el 3 de diciembre. Cómo se prepara la pareja para el gran día. El festejo que se viene, en una casona del Tigre y en una playa en Brasil.
Por Mariana Merlo
marianam@revista7dias.com
Mientras recorren el Coliseo y buscan monedas para tirar en la Fontana di Trevi, “El Turco” Naim y Emilia Attias no se despegan de sus teléfonos celulares. A la vez que admiran el Foro Romano, coordinan el repertorio que tocarán las bandas en su casamiento y él bromea con que se hará accionista de la empresa de telefonía celular con lo que está gastando.
A menos de una semana de casarse –el jueves 3 es el gran día–, el humorista de Tinelli y la protagonista de “Casi ángeles” recorren las calles de Roma junto a unos amigos que viven allá, luego de haber pasado unos días en Israel donde ella protagonizó la campaña publicitaria de la marca más importante de bikinis de ese país.
“Ella viajaba sola, entonces, de alguna manera la tenía que acompañar”, contó Naim Sibara a 7 DÍAS desde Italia. Y no es para menos, en el aeropuerto de Israel los estaban esperando más de 300 fans que querían ver en persona a “Cielo”, su ídola de la tira que acá transmite Telefé. “Los fanáticos no nos dejaron ni a sol ni a sombra, estaban esperándonos en el aeropuerto y en el hotel había fans todos los días, hubo chicas que se quedaban a dormir todas las noches en la puerta”.
Las jornadas de fotos fueron desde las cinco de la mañana, con el amanecer en el Mediterráneo, hasta las once y media de la noche. Y durante todo ese tiempo estuvieron rodeados de gente, de fanáticos y de medios periodísticos. “Había que controlar todo el tiempo, porque si no no se podía trabajar. En un momento tuvieron que parar la producción de fotos porque se habían juntado como 100 personas, no se podía seguir laburando porque tapaban la luz prácticamente”, contó Naim, y confesó que tuvo que poner en su lugar a algún fotógrafo que enfocaba zonas del cuerpo de su mujer que no correspondían. “A un par les tuve que decir: ‘Vení, querido, vos, con la cámara’, porque veo adónde apunta y ya sé lo que están mirando por el lente. Y había un par que se querían zarpar y yo los tenía que poner en su lugar” (risas).
PAUSA PARA DOS. Los días en Roma se los tomaron como una brevísima pre-luna de miel. El trabajo que Emilia tenía que hacer en Israel estaba pactado con bastante anterioridad, pero el clima lo fue demorando. Sin querer, terminó siendo a una semana del casamiento, y para ponerle buena cara a la situación de superar el estrés de la organización a la distancia, se regalaron unos días en Italia. Además, porque a mediados de diciembre parten rumbo a Córdoba para el estreno de “Livin’ la viuda loca”, donde él actúa junto a Flor de la V. “Somos muy compañeros el uno con el otro, ella tiene un aguante para ver todas las funciones que hago, y ahora se va conmigo a Carlos Paz”, contó Naim.
Pero antes del estreno, el cronograma de la unión matrimonial incluye un festejo en el Tigre y un breve viaje a Brasil para poder realizar una ceremonia junto con la familia de él, que vive en Bahía.
El jueves 3 los Attias y los amigos de la pareja –suman unas 180 personas–, serán testigos del casamiento civil que realizarán al mediodía en el jardín de una casona inglesa del Delta perteneciente a un familiar de Emilia. Va a haber músicos amigos, como el Zorrito Von Quintiero y Pablo Marcovsky con sus respectivas bandas, y ella lucirá el vestido que Laurencio Adot le hizo. “Va a ser muy lindo, una fiesta mínima, porque si teníamos que invitar a todos los amigos iba a tener que ser una súper fiesta. Y así y todo se nos fue de mambo. Encima, la familia de Emi no es una familia, es un familión, son los Campanelli”, explica “El Turco” entre risas.
Al día siguiente del festejo en el Tigre, los recién casados viajarán a Brasil para celebrar junto a la familia Sibara. “Vamos a hacer una ceremonia en la playa, tirarle rosas blancas al mar como se utiliza mucho allá. Mi familia no es creyente de una religión africana, nada de lo que se dice por ahí. No es que somos creyentes del Umbanda, sino que se estila en Brasil, cuando las parejas se casan, por una cuestión de buen augurio, hacer un ritual simbólico. No es con africanos bailando y nosotros cortando gallinas” (risas). El ritual es simbólico, una fiesta íntima en la playa en la que se escriben peticiones en barquitos de papel, y en la que una balsa que se prende fuego en el mar. “Es algo de buena energía, no religioso”, aclaró el futuro esposo. “Esto es lo que queremos hacer, no es una careteada, por eso no estamos nerviosos por casarnos en pocos días, sino que lo vivimos con mucha paz. Es algo muy sentido, no para cumplir con nadie. Estamos muy felices”.
Fotos: Pikopress.
marianam@revista7dias.com
Mientras recorren el Coliseo y buscan monedas para tirar en la Fontana di Trevi, “El Turco” Naim y Emilia Attias no se despegan de sus teléfonos celulares. A la vez que admiran el Foro Romano, coordinan el repertorio que tocarán las bandas en su casamiento y él bromea con que se hará accionista de la empresa de telefonía celular con lo que está gastando.
A menos de una semana de casarse –el jueves 3 es el gran día–, el humorista de Tinelli y la protagonista de “Casi ángeles” recorren las calles de Roma junto a unos amigos que viven allá, luego de haber pasado unos días en Israel donde ella protagonizó la campaña publicitaria de la marca más importante de bikinis de ese país.
“Ella viajaba sola, entonces, de alguna manera la tenía que acompañar”, contó Naim Sibara a 7 DÍAS desde Italia. Y no es para menos, en el aeropuerto de Israel los estaban esperando más de 300 fans que querían ver en persona a “Cielo”, su ídola de la tira que acá transmite Telefé. “Los fanáticos no nos dejaron ni a sol ni a sombra, estaban esperándonos en el aeropuerto y en el hotel había fans todos los días, hubo chicas que se quedaban a dormir todas las noches en la puerta”.
Las jornadas de fotos fueron desde las cinco de la mañana, con el amanecer en el Mediterráneo, hasta las once y media de la noche. Y durante todo ese tiempo estuvieron rodeados de gente, de fanáticos y de medios periodísticos. “Había que controlar todo el tiempo, porque si no no se podía trabajar. En un momento tuvieron que parar la producción de fotos porque se habían juntado como 100 personas, no se podía seguir laburando porque tapaban la luz prácticamente”, contó Naim, y confesó que tuvo que poner en su lugar a algún fotógrafo que enfocaba zonas del cuerpo de su mujer que no correspondían. “A un par les tuve que decir: ‘Vení, querido, vos, con la cámara’, porque veo adónde apunta y ya sé lo que están mirando por el lente. Y había un par que se querían zarpar y yo los tenía que poner en su lugar” (risas).
PAUSA PARA DOS. Los días en Roma se los tomaron como una brevísima pre-luna de miel. El trabajo que Emilia tenía que hacer en Israel estaba pactado con bastante anterioridad, pero el clima lo fue demorando. Sin querer, terminó siendo a una semana del casamiento, y para ponerle buena cara a la situación de superar el estrés de la organización a la distancia, se regalaron unos días en Italia. Además, porque a mediados de diciembre parten rumbo a Córdoba para el estreno de “Livin’ la viuda loca”, donde él actúa junto a Flor de la V. “Somos muy compañeros el uno con el otro, ella tiene un aguante para ver todas las funciones que hago, y ahora se va conmigo a Carlos Paz”, contó Naim.
Pero antes del estreno, el cronograma de la unión matrimonial incluye un festejo en el Tigre y un breve viaje a Brasil para poder realizar una ceremonia junto con la familia de él, que vive en Bahía.
El jueves 3 los Attias y los amigos de la pareja –suman unas 180 personas–, serán testigos del casamiento civil que realizarán al mediodía en el jardín de una casona inglesa del Delta perteneciente a un familiar de Emilia. Va a haber músicos amigos, como el Zorrito Von Quintiero y Pablo Marcovsky con sus respectivas bandas, y ella lucirá el vestido que Laurencio Adot le hizo. “Va a ser muy lindo, una fiesta mínima, porque si teníamos que invitar a todos los amigos iba a tener que ser una súper fiesta. Y así y todo se nos fue de mambo. Encima, la familia de Emi no es una familia, es un familión, son los Campanelli”, explica “El Turco” entre risas.
Al día siguiente del festejo en el Tigre, los recién casados viajarán a Brasil para celebrar junto a la familia Sibara. “Vamos a hacer una ceremonia en la playa, tirarle rosas blancas al mar como se utiliza mucho allá. Mi familia no es creyente de una religión africana, nada de lo que se dice por ahí. No es que somos creyentes del Umbanda, sino que se estila en Brasil, cuando las parejas se casan, por una cuestión de buen augurio, hacer un ritual simbólico. No es con africanos bailando y nosotros cortando gallinas” (risas). El ritual es simbólico, una fiesta íntima en la playa en la que se escriben peticiones en barquitos de papel, y en la que una balsa que se prende fuego en el mar. “Es algo de buena energía, no religioso”, aclaró el futuro esposo. “Esto es lo que queremos hacer, no es una careteada, por eso no estamos nerviosos por casarnos en pocos días, sino que lo vivimos con mucha paz. Es algo muy sentido, no para cumplir con nadie. Estamos muy felices”.
Fotos: Pikopress.
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