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martes, 24 de mayo de 2011

Julieta Nair Calvo: predestinada

Cuando era chiquita y miraba la tele, Julieta Nair Calvo pensaba que la gente estaba ahí, adentro de la pantalla chica. Su mamá dedujo que algo de ese mundo le atraía, así que la llevó a hacer publicidades. De ahí en adelante, mucho estudio. Y dos rubias que le marcaron la carrera: Reina Reech y Cris Morena, en orden de aparición en su vida.
Ahora, que tiene 22 años, filmó más de 70 comerciales y demostró que pisa fuerte, Julieta se destaca cada noche como la hija mayor del capitán Von Trapp, en el musical La novicia rebelde , que protagonizan Laura Conforte y Diego Ramos en el Opera Citi. Tiene presencia. Y una voz preciosa que llama la atención.
¿Qué te gusta de tu papel? Todo. Ya desde las audiciones estaba contenta. Además, me encanta trabajar con chicos, les hablo, y hasta los aconsejo. Es re mágico poder conectarme con cada uno de los nenes, por eso creo que es importante generar el vínculo abajo del escenario. Tengo que decirlo: hacen un trabajo increíble. ¡Se acuerdan toda la letra de una obra que dura tres horas! Me gustaría decirle a la gente que no se puede perder La novicia rebelde .
¿Por qué? Por la calidad con que se hizo y porque es más que una comedia musical. Tiene una historia atrás, la de los nazis invadiendo Austria y la gente con miedo y necesitando dejar todo. Mucha gente me lo comenta cuando nos esperan a la salida para saludarnos y hasta agradecen con el respeto que se trata todo.
Vayamos a tus comienzos. ¿Cómo llegaste a Reina Reech? A los 12 me anoté con unas amigas para Generación Pop , el reality de Reina, donde buscaba armar un grupo pop. Estábamos desde las 9 de la mañana hasta la noche en su escuela. Después, hacíamos galas gratuitas en La Plaza, y más tarde, se llenaba tanto, que pasamos al Astral. Y quedé en el grupo finalista: formamos la banda Scratch, con coreos de Valeria Archimó, canciones de Mauro García Barbé, hicimos un musical y sacamos un disco. Cuando la conocí a Reina no podía creerlo. Después se perdió el “miedo”, porque ella nos trataba tan cariñosa que fue un placer. De hecho fuimos mil veces a dormir a la casa, porque Juana, su hija, tenía nuestra edad y siempre estaba con nosotras. Ella supo tratarnos y sostenernos. Después se cortó el vínculo, pero me parece lo normal, cada uno hizo lo suyo.
Juli dice que quiere ser “una actriz con complementos”, por eso su papá, músico guitarrista, y su mamá, maestra jardinera “y re histriónica”, la apoyaron desde un principio. “Ellos me llevaban y me traían a todos lados, unos santos. En los tiempos de Generación Pop , iba al Cristóforo Colombo, salía a la una, desde ahí me buscaba una combi que me llevaba a Canal 13 para los ensayos y a las 17 salíamos en vivo en el programa con Reina. ¡Y a la noche tenía teatro!”, cuenta.
¿Y el colegio? Fui abanderada dos veces, y también escolta. No era una traga, pero prestaba mucha atención. Ah, y después, además, hice la carrera de comedia musical en la escuela de Julio Bocca.
Después vino tu etapa con Cris Morena.
Sí, en Despertar de primavera , hace dos años. Hice 22 audiciones, fue agotador. Y buenísimo, una experiencia tan movilizadora que marcó mi vida. Era Thea, amiga de la protagonista, Florencia Otero, que de hecho hoy es una de mis mejores amigas. A Cris la conocí el primer día de audición. Ella siempre estaba presente. Y a los tres días me llamaron para ver si quería participar de los talleres que ella organiza de canto, danza y acrobacia. Me pareció genial y los hice después de terminar la etapa de audiciones. Ahí entablé más vínculo, ella estaba muy predispuesta con nosotros y siempre tenía palabras de aliento. Lo disfruté un montón. Gracias a ella, además, hice la conducción durante todo el año pasado de un segmento que iba al final de cada capítulo de Casi ángeles (Telefe).
¿Cuándo te diste cuenta de que querías ser actriz? Y, viene de chica. Cuando era una nena me encerraba en el baño para llorar. ¡Y cronometraba cuánto tiempo tardaba en lagrimear! Una loca total. Primero estudié con Déborah Warren y con ella hicimos creaciones colectivas, muy divertido. Ahí me empecé a inclinar por el musical. Y me siento feliz: en tres horas hago todo lo que sé hacer. Pero también trabajé en otras cosas no relacionadas con la música, como las versiones para Brasil y para Miami de Amas de casa desesperadas . Tuve que aprender a hablar portugués y neutro.
¿Y cómo sigue el año, fuera del teatro? En pocos días me mudo sola, estoy muy contenta. Tengo un lindo año, ya me lo había anticipado mi astróloga.
¿Vas seguido? Una o dos veces por año, me encanta. También creo en los seres de luz que nos rodean. Y en confiar.

clarin

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