Casi ángeles por dos

Los chicos de "Casi ángeles", la ficción que está en pantalla de Telefe desde el 21 de marzo de 2007 y que va por su cuarta temporada, llegan a Ruca Che. Para quienes que siguen la tira diaria, no es novedad que cuenta la historia de un grupo integrado, en su mayoría, por adolescentes elegidos de Eudamón –dimensión imaginaria en la cual gira gran parte de su temática– con la misión de salvar la paz, evitando que se cumpla la profecía que llevará al mundo a un destino caótico. La trama en la primera temporada giró sobre la explotación infantil; la segunda trató de la vida normal de estos chicos, tras ser liberados de tal opresión; en la tercera, viajaron veintidós años al futuro. La cuarta, a punto de concluir para los televidentes, sigue en el porvenir que ha cambiado radicalmente con la misión exitosamente cumplida, pero el gobierno mundial –ya sin la intervención del caos– creó una antiutopía en la que varios de los protagonistas quedaron atrapados, reanudando su lucha contra la nueva opresión.
Las primeras dos temporadas de la novela, creada por Cris Morena y producida por Cris Morena Group y RGB Entertainment, fueron protagonizadas por Emilia Attias y Nicolás Vázquez, con una participación limitada de los Teen Angels: Juan Pedro Lanzani (Thiago), Mariana Espósito (Mar), María Eugenia Suárez (Jazmín), Gastón Dalmau (Rama) y Nicolás Riera (Tacho). En la siguiente, Vázquez abandonó la tira, entrando Mariano Torre (Camilo) como galán de Paz, nuevo rol de Emilia, hija de la anterior dupla protagónica. En el 2010, el protagonismo pasó a los Teen Angels. Este cuarto ciclo salió al aire del 12 de abril al 7 de junio, interrumpido por el Mundial de Fútbol, y se reanudó el 28 de junio. Como la serie, la música y los actores causan furor en el público adolescente en diferentes partes del mundo, la banda de ficción Teen Angels pasó a ser real y ya lleva editados cuatro álbumes de estudio y dos en vivo.
La versión 2010, que trae Fedorco Producciones, se verá hoy en Ruca Che de Neuquén a las 18 y a las 21.
Hace una semana, en el Hotel de Retiro, a punto de embarcar en el bus chárter que la llevaría a Córdoba para realizar dos funciones en el Orfeo junto a los Teen Angels, "Río Negro" dialogó con Laly, como le dicen desde niña a Mariana Espósito, una castaña de 19 años luminosa e imparable.
"Con 'Casi ángeles', desde hace cuatro años, pero yo, particularmente, no paro hace ocho. Hay cosas que he debido dejar de lado: el cumpleaños de un amigo, una reunión familiar… Pero tengo la suerte de hacer lo que me encanta. Con mis compañeros somos muy afortunados trabajando en lo que nos da placer y que encima nos paguen. No todo el mundo puede dedicarse a lo que le gusta, lamentablemente. Pierdo, quizá, ese tipo de cuestiones, lo que me pone mal, pero gano un montón en situaciones que quedan para mí, que me llenan, me ponen contenta: un show increíble ante miles y miles de personas que nos llenan de cariño, nos escriben mensajes en carteles, sus gritos… Y momentos inolvidables con mis compañeros que son mis amigos también".
–Pasan más tiempo entre ustedes que con sus familias.
–De hecho son mi familia. O sea: ellos conocen todo, si estoy de mal humor o no. Pasamos tantas horas juntos en este trabajo y fuera de él, viajando. Somos como hermanos…
–¿Te queda tiempo para seguir estudiando actuación, canto?
–Lo primero que me surge responder es que no. Pero también depende de uno encontrar el momentito, aunque esté cansado o lo que sea, para tomar clases y mejorar. Yo terminaba de grabar y me iba a las ocho de la noche a tomar mis lecciones de canto. Las interrumpí porque empezaron los viajes, pero en cuanto tenga un hueco seguiré formándome fuera del trabajo. Digo así porque no hay mejor formación que el día a día. Estoy todo el tiempo con las escenas, con los coachs, y es un aprendizaje permanente.
–¿Qué experiencias vas acumulando a medida que se suceden las giras?
–Particularmente, antes de trabajar acá no viajaba mucho, no conocía muchos lugares. Y el primer viaje de trabajo que hice a los doce años fue a Israel. Imaginate el shock que me generó estar en un lugar donde todo es tan diferente… No me pasa lo mismo yendo ahora a Neuquén: estoy en mi país y eso mi cuerpo lo capta, lo siento. En cambio, en Israel o en España, el que sean culturas diferentes, horarios, todo, es tremendo. Tengo recuerdos de muy chica, de cosas que nunca pensé que iba a vivir. Jamás imaginé cruzar el charco con un trabajo. Pero con esta productora y este tipo de productos, es muy loco pero sale una gira por España o Israel. Y yo podía imaginar que nos podía ir bien en España porque son más cercanos a nosotros. Pero en Israel pasó algo distinto, allí es normal que un chico se inmole en un shopping, cosas que vemos tan lejanas en nuestra cultura y en nuestro país. Nos recibieron de una forma que no vimos en otro lado, con una pasión increíble. Los quince días que estuvimos en esa tierra fueron para ellos los mejores de todo el año. Me resultó difícil aceptar que nos veían como una especie de ángeles salvadores. Ellos mueren, entre comillas por supuesto, por vivir en nuestro país, nos lo dicen en las cartas, en los carteles que nos escriben… Nos seguían por todas partes, llorando de alegría, con una euforia impresionante. Yo voy y me divierto, hago los shows y todo, pero no soy consciente de lo que realmente generamos con este programa en chicos que viven otra realidad.
–Han estado también en Neuquén.
–Sí, hemos ido. Divino. Tengo un recuerdo de Neuquén, de chicos muy entusiasmados. Tanto ellos como nosotros entendemos que estamos juntos una vez por año, quizás. Está esa cosa de disfrutar el momento porque no se sabe cuándo volverá a ocurrir. Nosotros también vivimos este momento a full.

fuente: http://www.rionegro.com.ar/diario/rn/nota.aspx?idart=494242&idcat=9523&tipo=2