Romina Yan tenía tenía tres proyectos generados por ella. El que primero iba a cristalizarse era el regreso a la conducción infantil, después de su paso por Disney Channel. “Estamos casi terminando el contenido, el formato ya está y tuvimos varias charlas con la gente de Telefe que está interesada”, le había contado a Oscar González Oro en Radio 10, hace unos días.
30/09/2010 02:21 AM | Romina Yan tenía tenía tres proyectos generados por ella. El que primero iba a cristalizarse era el regreso a la conducción infantil, después de su paso por Disney Channel. “Estamos casi terminando el contenido, el formato ya está y tuvimos varias charlas con la gente de Telefe que está interesada”, le había contado a Oscar González Oro en Radio 10, hace unos días.
Se trataba de un ciclo para niños de hasta 7 años que iba a empezar a grabarse en noviembre, para poder emitirse ya a partir de enero. “Cuando hice conducción en Disney tuve buena repercusión de los chicos y cuando tuve a mi hija, que ahora tiene 4 años, me parecía que en los canales de aire faltaba un espacio para los más chiquitos”, había comentado Yan en esa oportunidad.
Además del ciclo infantil, la actriz barajaba la posibilidad de estrenar una obra teatral para chicos y de una ficción que ella misma estaba escribiendo.
Así, en silencio, estaba siguiendo de algún modo el camino de su madre, Cris Morena, hacedora de tantos formatos infanto-juveniles.
“Siempre tuve la necesidad de crear lo que tenía ganas de ver, de producir mis propias cosas porque a veces si te quedás esperando que te llamen eso nunca pasa”, había declarado Yan.
Se trataba de un ciclo para niños de hasta 7 años que iba a empezar a grabarse en noviembre, para poder emitirse ya a partir de enero. “Cuando hice conducción en Disney tuve buena repercusión de los chicos y cuando tuve a mi hija, que ahora tiene 4 años, me parecía que en los canales de aire faltaba un espacio para los más chiquitos”, había comentado Yan en esa oportunidad.
Además del ciclo infantil, la actriz barajaba la posibilidad de estrenar una obra teatral para chicos y de una ficción que ella misma estaba escribiendo.
Así, en silencio, estaba siguiendo de algún modo el camino de su madre, Cris Morena, hacedora de tantos formatos infanto-juveniles.
“Siempre tuve la necesidad de crear lo que tenía ganas de ver, de producir mis propias cosas porque a veces si te quedás esperando que te llamen eso nunca pasa”, había declarado Yan.
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